¡HOLA, SOCIA!

Diario de Lecturas #2

diario

◑ Marzo-Abril'24

Deseo que en la anterior entrega del Diario de Lecturas de la Portavoz de la Sociedad Lectoescritora (la primera), encontrases algo de tu gusto. Seguimos, entonces, con las nuevas adiciones en nuestra Biblioteca.

 ................

 

El adversario, Emmanuel Carrére

Escucho a menudo el pódcast El café de Mendel y voy tomando nota de autores que podrían interesarme a los que no me he acercado antes. Carrére ha sido uno de ellos y esta obra por ser una narración en primera persona. Además, he leído El bigote, inquietante y cómica a la vez, como de sonrisa congelada, y también Yoga, que me entusiasmó tanto que lo leí en un solo día, sin levantarme de la cama siquiera.

 ................

Intimidades, Katie Kitamura

El hype a veces me funciona pero ya cada vez menos, y este lo leí entero aunque aún no sé por qué. Ya apenas lo recuerdo (solo una parte en la que la prota traduce a un criminal de guerra, única cosa que me pareció relevante) y nada de lo que leí en ninguna reseña me parecía tener sentido. Llegué a pensar si no se referirían a otro, pero no. Era este. Katie no es mi amiga, sorry, Katie.

................

El cuerpo en que nací, Guadalupe Nettel

Además de leer a clásicos también me he propuesto entrar más en las voces latinoamericanas. Este libro está basado en la vida de la autora y está escrito como un soliloquio con la psicoanalista, donde una chica rememora su infancia y juventud, desde un punto de vista muy especial pues nace con un defecto en la vista que marcará su existencia en ese México de los años setenta. Atención también a La hija única (hermosísimo) y El huésped (este último me llegó menos).

 ................ 

 
Limpia, Alia Trabucco

Incómoda es la palabra. Muy incómoda. La silla en la que se sienta la protagonista para contar su versión de los hechos ante las personas que deben juzgarla es la silla en la que nos sentamos nosotras como lectoras. Y si a Katie ya la he olvidado, las imágenes de Alia y los retortijones se me quedarán para siempre. Es buena, por si no queda claro. Muy buena.

La vida tiende a ser así: una gota, una gota, una gota, una gota, y luego nos preguntamos, perplejos, cómo es que estamos empapados.

................ 


Maresi, crónicas de la abadía roja (1), Maria Turtschaninoff

Este es uno de mis entretenimientos juveniles, de lectura fácil, un género que ya hace un tiempo he dejado bastante de lado pero como este iba de una abadía (yo y mi amor por las pseudo-monjas) pensé que podía cuajar. El trasfondo no está mal y se deja leer bien pero no emociona sobremanera. Maresi no es Katniss Everdeen.

 ................


El nadador (Cuentos), John Cheever

En realidad solo cogí este libro para leer El nadador, uno de los cuentos de Cheever que ha pasado a la historia. Escuché el argumento y me pareció magistral, así que lo leí (de una sentada, como se tienen que leer los cuentos) y me fascinó. Pienso en él a menudo, sobre todo cuando estoy en la piscina.

 ................ 


La postal, Anne Berest

Este viene con el sello de aprobación de mi señora madre, a la que proveo de lecturas de forma oficial, así que puedes esperar algo sencillo de leer pero con sustancia (mucha) y suficientemente emotivo para gustar a una señora de ochenta y tres años y a la vez a su hija de cuarenta y tres, que son, más o menos, las edades de la madre e hija protagonistas.

Si lo lees, dime si no te salta la lágrima cuando sale Irène Némirovsky (y en otros setenta momentos más).

................

 


Hasta la próxima ocasión —más o menos dentro de un mes— me despido con un abrazo,

 

Portavoz Sociedad Lectoescritora

 

 

¿Quieres recibir estos Diarios de Lectura cuando salgan? 

Deja tu correo aquí para convertirte en Lectora de la Sociedad Lectoescritora.